Una experiencia paradisíaca

¿Quiere mezclar deporte, contemplación, diversión, aventura y relax en un solo paseo? Le recomendamos hacer Kayak por el Parque Nacional Laguna de la Restinga, en la Isla de Margarita, y le aseguramos que cubrirá todas sus expectativas…. y hasta un poquito más.

Por: Karina López, publicado en la revista Clase Turista septiembre 2008.

Suena intimidante e imposible eso de hacer kayak por la Laguna de La Restinga, pero constatamos que es una actividad al alcance de todos, muy relajante y por sobre todas las cosas no requiere experiencia previa. Nuestro objetivo fue alcanzado: Vivimos momentos inolvidables que nos permitieron maravillarnos en la contemplación, divertirnos, ejercitarnos, meditar y tener un acercamiento más real a la naturaleza, completamente alejados del stress o las preocupaciones citadinas (¡y sin el tradicional ruido de motores de las embarcaciones que recorren la laguna!).

Buena parte del recorrido es sombreado y tranquilo, ya que vamos por canales de
mangles. La travesía por las lagunas son soleadas y ocasionalmente podemos tener algo de viento. El Parque Nacional posee cuatro áreas biológicas bien definidas: el sistema lagunar, los manglares, la propia barra o restinga y las comunidades xerófilas de las adyacencias. Sus 85 especies de aves residentes, 20 especies de aves migratorias y 90 especies de peces, hacen que La Laguna de la Restinga sea un área protegida y un reservorio natural inigualable (alberga además 18 especies en peligro de extinción).

Al combinar la poca profundidad de la laguna con la evaporación que produce el sol y los fuertes vientos -según nos cuenta Carlos, nuestro guía-, la salinidad y la temperatura de la laguna son mayores a las del mar vecino: El agua dulce siempre es escasa, proviene de pequeñas quebradas, que se forman por escorrentía de las lluvias, de las filas de San Juan, la Serranía de Macanao; mientras que el agua salada entra permanentemente por una boca que da al mar por el lado sur de la laguna.

Los manglares -agrega- actúan como una especie de madriguera o retén para la diversidad biológica naciente, funcionando como un anclaje que va fijando los limites entre el agua y el terreno, entre sus raíces muchas especies de peces desovan y los neonatos pueden guarecerse el tiempo que necesitan para comenzar su ciclo de vida, tiempo que puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. También hay crustáceos, moluscos, fitoplancton y zooplancton. Sus ramas son el refugio para las aves, y otros animales e insectos y sus hojas aseguran el sustento.

100% ecoturismo

Muy temprano en la mañana se inicia nuestro paseo, con un recorrido terrestre que nos lleva hasta el área recreativa el Pasadero en el Parque Nacional, al lado de la franja costera El Saco (uno de los extremos de la playa más grande de Venezuela: 25 km. de costa conformada en su totalidad por arenas de conchas marinas fosilizadas y habitada por una gran variedad de moluscos, peces y aves). Allí está nuestro campamento y, al llegar, nos explican la ruta y nos dan las instrucciones de seguridad necesarias para abordar los kayaks.

Nuestra aventura se desarrolla en el complejo lagunar, compuesto por más de 20 lagunas de manglares. Iniciamos la navegación a través de una pequeña boca que conduce a la primera de ellas, llamada “Las Fermines”, con aguas tranquilas que permiten apreciar las aves impasibles en su cotidianidad. Desde allí, un emocionante recorrido por intrincados túneles vegetales poblados de vida silvestre; otras lagunas y canales plenos de aventura y emoción.

Desayunamos a la sombra de los mangles en un recodo de la laguna, cada uno a bordo de su kayak, en un entorno natural tan mágico que hasta el día anterior era sencillamente impensable. Nuestra comida fue muy ligera, perfecta para la actividad que estábamos llevando a cabo: croissant de jamón y queso, bebida energética, (también había refrescos, agua mineral, papelón con limón y té), galletas dulces y una barra energética.

Continuamos camino hacia ”La Tortuga”, punto especialmente frágil de todo el complejo lagunar ya que -según nos explican- es zona de reproducción de aves y especies marinas. Luego pasamos por el canal de Matasiete, única área del recorrido donde ya nos habían advertido es posible toparse con alguna lancha y en donde podremos observar estrellas de mar que parecen de plástico.

En algún otro recodo fantástico, como si fuese escogido al azar, hacemos una parada para tomar bebidas energéticas, refrescos, té o papelón con limón en medio de una animada conversación y nos seguimos maravillando con el riquísimo entorno natural, sintiéndonos en total armonía con el cosmos.

Al salir del Matasiete, siempre navegando por la derecha llegamos a “Las Maras”, donde podremos observar medusas en reproducción. Aquí hay que remar muy superficialmente para no perturbar la actividad natural. Continuamos el recorrido hacia Caño Largo, el más virgen y estrecho de la zona, para salir a la Laguna El Machete, luego Laguna El Pasadero, hasta llegar a la Boca de Juan, atravesando diferentes pasadizos de canales.

A partir de allí iniciamos el camino de regreso al punto de partida, esta vez por la parte de atrás, con un paisaje distinto, una fauna de película y diferentes niveles de dificultad con el kayak (en uno de los últimos trechos incluso hay que remar acostado, y además se trata de un canal muy estrecho… ¡la experiencia es dificilisima y divertidísima, todo un desafío!).

Felices, agradecidos y reconciliados con la vida pisamos tierra nuevamente. Terminamos el paseo y descubrimos con sorpresa nuevas facetas de nosotros mismos: El trabajo en equipo en esta situación es, además, fundamental. Es una experiencia tan reconfortante, que invitamos a nuestros lectores a hacer lo mismo. No se arrepentirán.

RECUADRO:

¿Cuánto dura el paseo?
Una vez que llegamos a la laguna y nos montamos en el kayak, la expedición tiene una duración de aproximadamente tres horas, dependiendo del viento y el ritmo de los excursionistas.

¿Qué incluye?
Traslados, charla de inducción de uso, equipo -salvavidas, pito, kayak, y remos- desayuno, snack, y bebidas, información sobre las especies a observar y guía. Grupos de 4 a 16 personas por excursión.

¿Qué hay que llevar?
Protector solar, gorra o sombrero, lentes de sol, franela (preferiblemente manga larga), traje de baño, ropa para cambiarse y toalla… y por las fotos no se angustie: El equipo de Arenas Tropicales toma unas excelentes fotografías con una cámara Water Proof., que –a petición del interesado- después graba en un CD personalizado. Este servicio se paga aparte y es una maravilla, porque así Usted evita dañar su propia cámara con el agua y se asegura de salir en las fotos!!!!!

Contacto:
Alfredo Lemoine/Janine Dahdah
Arenas Tropicales
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